Mutaciones y adaptaciones
Artículo escrito por Javier Sastre.
Publicado por opoveda
lunes, 22 de octubre de 2012 a las 10:16
Las innovaciones empresariales se pueden ver como mutaciones o discontinuidades en la forma de hacer las cosas en una industria.
Puede haber pequeñas mutaciones (la aparición del airbag como elemento de seguridad adicional en los automóviles) o grandes mutaciones, como las innovaciones en el modelo de negocio, que dejan obsoletas a muchas empresas y extinguen a los dinosaurios, a los anteriores dominadores del sector.
Esto último es lo que probablemente le ha ocurrido a un gigante con pies de barro llamado Nokia, por culpa del terremoto ocurrido en el mundo de los smartphones provocado por el iPhone de Apple.
Las mutaciones se extienden, con mayor o menor rapidez según la "conductividad" del medio, de diversas formas: por el propio crecimiento de la empresa que la propone, por la salida de trabajadores de esta o por la imitación que consiguen los competidores.
Hoy el medio es de máxima conductividad en casi todas partes gracias a la revolución digital que supone Internet. Y probablemente esa conductividad y velocidad de transmisión no ha hecho más que empezar a desarrollarse.
Siempre habrá mutaciones no exitosas, que no sobreviven mucho tiempo, porque no las compran los clientes (excesivo precio, bajas prestaciones...) o porque no generan rentabilidad suficiente a sus creadores.
Este es el proceso evolutivo del mundo empresarial: están las mutaciones que suponen saltos, disrupciones, nuevas propuestas, que tendrán éxito (innovaciones) o no (invenciones), y están la adaptación y explotación de lo ya existente (mejora continua).
Exactamente igual que la evolución biológica: cambios graduales (mejora continua) combinados con saltos más o menos grandes (innovaciones). Porque la Naturaleza favorece por una parte la adaptación de las especies y además plantea la aparición de mutaciones aleatorias (¿?) en ellas para tratar de asegurar su supervivencia.
Como decimos arriba, vivimos una época en que las condiciones del entorno facilitan la propuesta de discontinuidades y mutaciones empresariales (más allá de las inevitables adaptaciones), que serán rápidamente adoptadas o rechazadas por los mercados.
El entorno no solo acepta sino que favorece a los mutantes.
Post inspirado en la recomendable lectura de "Adáptate" de Tim Harford
22/10/2012 10:16 | opoveda